Cuando nuestros clientes nos consultan sobre los procesos sucesorios o mortuales como se les conoce popularmente, siempre llegan con la preocupación que han oído que son procesos muy largos, complicados y muy caros. Lo cierto es que no tiene por qué ser así. Cuando los herederos se ponen de acuerdo es un proceso simple que no tiene por qué durar más de seis meses, además los costos se reducen bastante al no tener que incurrirse en gastos de peritaje si se utilizan los avalúos municipales en caso de los bienes inmuebles y el valor registrado en Tributación Directa en el caso de los vehículos.

Actualmente, con el fin de ayudar a nuestros clientes a tramitar los procesos sucesorios en un periodo más corto, en el Bufete estamos tramitando Sucesorios Notariales, estos proceden siempre y cuando las partes interesadas o herederos estén de acuerdo en la repartición de los bienes y no haya controversia alguna y todos sean mayores de edad y capaces. Este proceso tiene una duración aproximada de tres meses, al final de los cuales los bienes quedan inscritos a nombre de los herederos según corresponda. El proceso es muy parecido al proceso en sede judicial, sin embargo, al tramitarse ante el Notario el trámite es mucho más expedito.

En el Proceso Notarial todos los herederos comparecen ante el Notario Público y en escritura pública solicitan la apertura del proceso y en la misma escritura toman acuerdos sobre el mismo. El Notario abre el proceso sucesorio, nombra albacea, emite el edicto que deberá ser publicado en el Boletín judicial y una vez transcurrido el plazo otorgado a los interesados, el cuál es de treinta días, sino hay oposiciones se hace la declaratoria de herederos y posteriormente se hace la adjudicación de los bienes según corresponda. Esto obviamente es una manera resumida de explicarlo, pero como lo mencionamos líneas arriba es un proceso bastante corto.

Si tiene alguna consulta sobre el tema con gusto se la contestamos. Escríbanos